¿Para qué me sirve conocer
mi signo Solar, Lunar y Ascendente?

Signo Solar:
nuestra zona de confort

Este signo es el que generalmente respondemos cuando nos preguntan ¿de que signo sos? y representa la esencia fundamental de nuestra carácter. Cada signo solar tiene cualidades y rasgos distintivos que influyen en la forma en que las personas piensan, sienten y actúan.

Conocer nuestro signo solar nos ayuda a comprender nuestras fortalezas y debilidades, así como nuestras motivaciones y desafíos. También nos brinda una perspectiva sobre nuestras preferencias, formas de relacionarnos con los demás,y nuestras afinidades naturales.


Al comprender nuestro signo solar, podemos tomar decisiones más informadas y alineadas con nuestra verdadera naturaleza, lo que nos permite potenciar nuestras cualidades y trabajar en aspectos que queramos mejorar ya que el signo solar es también la zona conocida y cómoda, nuestra zona de confort.

Signo Lunar:
nuestro refugio emocional.

Este signo marca y determina las características de nuestro niño interior, nuestro refugio emocional y también nos habla de una herencia o memoria emocional kármica que traemos de aprendizajes, aciertos y desaciertos de vidas anteriores.
El signo lunar nos desafía a integrar las naturalezas solar y lunar, para que finalmente todo sea UNIDAD.
La luna es regente de las emociones, y así entonces de las ilusiones en las que está inmerso el "ego" o "yo". He aqui la clave, esta luna individual nos dice la tendencia emocional y las ilusiones con las que debemos trabajar para ganar una mayor conciencia y armonía
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Signo Ascendente:
nuestro destino a conquistar

Este signo, tan distante muchas veces de nuestro Sol y nuestra Luna, responde a la astrología Karmica e invita a comprender lo que debemos abordar en esta vida.
Representa la fuerza oculta de la vida del alma y puede auspiciar una correcta relación entre el alma y la personalidad.
Conocer nuestro signo ascendente nos habilita la búsqueda de herramientas y hábitos para construir nuestro camino hacia la evolución del alma, el destino y propósito de nuestro carácter y por sobre todo la integración de la vida del alma a lo cotidiano.